Últimamente tengo a menudo la sensación de que Madrid tiene mucho más que ofrecer de lo que realmente parece. Es una ciudad de secretos, donde ocurren demasiadas cosas, donde hay demasiados sitios, como para conocerlos todos. Yo que llevo toda mi vida aquí, apenas había oído hablar del parque de El Capricho hasta que conocí a Minovio, y aún así, no ha sido hasta nuestro segundo aniversario que hemos ido allí. Y os recomiendo a todos ir.
En parte creo que su anonimato se debe a que está muy cerca del Parque Juan Carlos I, que es más grande, más abierto, y está más cerca de IFEMA, pero nada de eso quiere decir que El Capricho sea peor, ni mucho menos. De hecho, creo que ocurre todo lo contrario. Para entrar a El Capricho hay que pasar por un torno, no permiten introducir comida y sólo está abierto el fin de semana. Muchas trabas, sí, pero necesarias para conservar en perfectas condiciones todo lo que este parque contiene.
Para los que quieran saber más, les recomiendo que lo vean en persona, quedarán encantados con encontrar este pequeño paraíso de tranquilidad en Madrid.
Sin duda creo que es uno de los parques más olvidados (y no por ello peor conservado) de Madrid. Es una belleza, un lugar apartado de Madrid, un pequeño retiro en un buen barrio.
ResponderEliminarMinovio.