Es la primera vez que esucho un disco, no me gusta nada y lo publico en el blog. Y estoy hablando de Everything Comes and Goes, lo último de Michelle Branch. Que comienza pudiendo ser un disco perfecto para Starbucks, pero que en tan sólo 6 canciones consigue llegar a aburrirte.
Comienza con Ready To Let You Go, que no sé por qué pero al escucharla me ha parecido que sonaría mejor en la voz de un hombre de estos con la voz cascada y vestido de vaquero. Me pega mucho más.
Después vienen Sooner or Later y I Want Tears, que son lo mejorcito del disco, y eso ya lo dice todo. Si esto es lo mejor, no sé qué te puedes esperar del resto...
Con Crazy Ride intenta conquistarnos con la idea de que es una madraza que le enseña a su hijo la realidad sobre este mundo. Si utilizas tu maternidad para tener éxito, hazlo bien, no así.
Y ahora llega el aburrimiento con dos canciones que me han resultado hasta pesadas de escuchar. Summertime y Everything Comes and Goes.
Quizás si te gusta el country o si sólo quieres tener musiquilla de fondo este sea el disco perfecto, pero desde luego no es para mí, lo siento mucho.
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