jueves, 9 de diciembre de 2010

Porque nunca sabes...


... LO QUE TE VAS A ENCONTRAR.
Vivo en uno de los 4 o más complejos de residencias que la universidad de Norwich tiene.
Vivo en Village, en una de lass aproximadamente 10 casitas que forman esta "residencia".
Vivo en la planta 2, ala derecha. Y eso es importante porque los que vienen siendo tus flatmates, son aquellos que viven en tu mismo piso, en tu mismo ala(los que cocinan en tu misma cocina, que es el único espacio común)...
Somos ocho por "cocina". En mi caso todos ingleses salvo una chica española... de las afueras de Madrid... Y como suele ser normal en estos casos, de la que no sabía nada hasta el momento de venir aquí.
Este pasado fin de semana, yo iba ir a Londres con mi grupo de amigos, para visitar la ciudad. Y digo "iba" porque me arrepentí a tiempo: tuve un examen el lunes y me di cuenta , con la suficiente antelación, de que estas cosas implican tiempecillo de estudio. Y que si no se lo estás dedicando, tendrás que hacerlo justo el fin de semana antes... (que es justo lo que me pasó).
Sé que parecen cosas desconectadas, los dos párrafos anteriores, pero no lo son. La información importante es que yo estaba aquí cuando supuestamente no iba a estar. Y que eso me dio la oportunidad de conocer a dos de los amigos , que venían de visita, de mi compañera española de piso.
Y los dos de Madrid, y el chico de la UAM (mi universidad "nodriza"). Y los dos(él y yo) vecinos de facultad.
Y es así, hablando y hablando, como de pronto te das cuenta... de que esa persona completamente desconocida; resulta ser amigo de una de las pocas personas que en su día conociste en el colegio y de la que aun tienes noticias de vez en cuando. Y he ahí la sorpresa general.
Sé que contado así, tal vez no signifique mucho. Por eso he tratado de dar un resumen primero de todas las variables que estaban aquí jugando a echar los dados, antes de hablar del amigo de mi compañera(o del amigo de mi amigo, como queráis).
El caso es que aunque no parezca tan raro, para mí lo fue en ese momento. Más que nada porque estoy en otro país, en una ciudad no muy grande y no muy bien conocida(aunque preciosa), como estudiante, en una de las tropecientas residencias que hay por la zona. "Sola" entre comillas, porque poco me traje de casa, ... Para colmo, no iba siquiera a estar aquí ese fin de semana. Y sin embargo y pese a todo, de pronto me llega un pedacito de tierra de "mi propia maceta"; y de manos de alguien que nunca tuvo relación conmigo en el pasado.
Y para los que no hayáis estado aquí, vale, os acepto como animal de compañía que Norwich no es muy grande. Peeeeeroo.... ¿osáis decirme lo mismo de Madrid? . Yo no soy un genio matemático (ni de lejos ni de cerca) así que apelo a aquellos que sí lo son, para que me resuelvan este sudoku vital... (si les sobran tiempo y ganas). Aunque también se pueden ahorrar el cálculo =P porque la verdad es que me da igual.
El caso es que está claro que estas cosas, de repente, sin que tú hayas decidido nada o formado parte del proceso; pasan. ¡Y toma ya si pasan!.
Llámalo destino si quieres. Hay gente que lo hace, pero es mucho más fácil si no le buscas finalidad al asunto. Aunque se puede entender que , cuando tropecientas posibles dificultades han sido superadas sin que tú movieses un dedo, dando lugar a algo como este tipo de coincidencias, haya gente que le busque los tres pies al gato con eso de la finalidad.
A mí, personalmente, me da un poco igual, siempre y cuando me quede capacidad para disfrutar de estas coincidencias tan agradables. Y la verdad es que pese al estudio me lo pasé muy bien, así que ¿para qué quejarse?!.
Superadas las dificultades probabilísticas en lo que a residencia se refiere, superado el hecho de que me iba de la ciudad, superada la huelguita de las narices-que fue el mismo fin de semana- de los controladores aéreos... ... Superado todo esto, sin saber que lo que estaba haciendo iba a acabar en un encontronazo cultural; lo único (o lo mejor) que queda es disfrutar.... de unas consecuencias de las que tú (no)eres responsable. A veces creemos que la parte que controlamos , es la mayor en nuestras vidas. A veces creemos que siempre somos nosotros mismos los que metemos los ingredientes en nuestra cazuela/en nuestro tubo de ensayo. Se nos olvida que a la vez nosotros estamos en el tubo de ensayo "vital" de los demás. Para los que no les guste la ciencia lo podemos trasladar a "cocina y cazuelita". El caso es que no sólo cocinamos para nosotros. Tambíen cocinamos para los demás y... además, nunca (gracias a Dios!) podremos evitar que cada persona que conocemos meta un ingrediente desconocido en el puchero cuando nosotros no estamos mirando. Es cierto que el resultado es que nunca vas a saber del todo qué narices "se está cociendo", pero mi experiencia personal,tanto en la cocina de verdad( ahora que estoy jorobada lejos de mi gastronómica familia)como en mi vida; suele ser que no importa tanto un ingrediente en sí, como la combinación de ellos y la intensidad de cada uno.
Bone appetite !

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