Ya he terminado de ver la última temporada de True Blood, que viene a ser la tercera. Y la verdad es que excepto momentos puntuales, ésta temporada no me ha gustado mucho. Me ha parecido más lenta, con demasiadas tramas distintas completamente inconexas y sin muchos capítulos que nos dejen deseando saber cómo va a seguir la siguiente semana (aunque yo lo veía a mi ritmo porque la pillé más tarde). Lo mejor es la parte del intermedio en la que más aparecen los hombres-lobo, a los que se hecha de menos durante el resto de la temporada.
La historia principal trata sobre Russell Edgington (Denis O'Hare), el rey de Misisipi dentro del mundo de los vampiros. Todo son tramas palaciegas de lealtad y traición. Russel intenta utilizar a Bill (Stephen Moyer) para casarse con Sophie-Ann (Evan Rachel Wood), la reina de Luisiana. Pero Eric (Alexander Skarsgard) se entera de que Russell mató a su familia vikinga antes de conventirse en vampiro utilizando hombres-lobo que le obedecen ya que les ofrece su sangre Like a Drug. Así que Eric decide vengarse matando al ser que más ama Russell, su marido Talbot (Theo Alexander), tras lo cual se vuelve loco y decide aterrorizar a la humanidad matando al presentador de un telediario en directo. A todo esto Sookie (Anna Paquin) es secuestrada y, aparentemente traicionada por Bill, por lo que deja de fiarse de él, a pesar de que éste le desvela su verdadera identidad, ya que resulta que es medio Hada, y de ahí sus poderes. Al final todos los vampiros se enteran de ésto último y quieren la sangre de Sookie, ya que con ella pueden andar bajo el sol (al menos durante unos segundos). Esto lo utilizan Eric y Bill para hacerle una trampa a Russell y sacarle a la luz para después retenerle con unas esposas, sacrificándose Eric también. Pero Sookie sale a salvar a Eric, ya que al sentirse traicionada por Bill no puede evitar sentirse atraida por Eric. Eric, que ha visto al fantasma de Godric (Allan Hyde) y le ha dicho que la paz y el amor son la respuesta y no la venganza, decide salvar también a Russell, aunque tampoco le hace mucho caso porque decide enterrarlo en cemento. Y problema resuelto... parece.
Por otro lado tenemos la historia de Jason (Ryan Kwanten), que tras matar a Eggs (Mehcad Brooks) no vuelve a ser el que era debido a que se siente culpable, a pesar de que Andy (Chris Bauer) se hace responsable y alega que fue en defensa propia, llegando a convertirse en héroe del pueblo. Así que Jason empieza a chantajearle para poder trabajar como poli. Y mientras tanto conoce a Crystal (Lindsay Pulsipher), una misteriosa chica que pertenece a una familia muy cerrada, traficante de V y que al parecer tienen la característica común de transformarse en panteras, aunque sólo hemos visto a Crystal convertirse, en realidad. Al final, Crystal se tiene que ir con su prometido, a cambio de que éste no mate a Jason, y encargándole que sea él quien cuide a su gente.
Por otro lado Sam (Sam Trammell) va en busca de su verdadera familia. Y les encuentra, aunque mejor no haberlo hecho, ya que se dedican a utilizar a su otro hijo, Tommy (Marshall Allman) para ganar peleas de perros. Sam le salva y le separa de sus padres, y Tommy se lo agradece robándole, tras lo cual Sam le persigue y parece que le mata. Lo cual no le supone un problema ya que en un flashback tipo Lost, vemos que ya había matado antes.
Lafayette (Nelsan Ellis) parece encauzar un poco su vida dejando las drogas y conociendo a Jesús (Kevin Alejandro), uno de los enfermeros de su madre y que le ayudará bastante a estabilizar su vida. Al menos hasta que prueban juntos el V y Lafayette empieza a tener alucinaciones de demonios, sangre y gente muerta. Muy agradable todo. Así que le pide ayuda a Jesús y éste le dice que es Brujo, así que ya tenemos tama para la siguiente temporada.
Jessica (Deborah Ann Woll) por su parte acepta su condición vampírica y toma la decisión de seguir alimentándose de gente, aunque sin matarles, en principio. Y tras contarle esto a Hoyt (Jim Parrack), éste le dice que le muerda y son felices de nuevo. Mientras que Tara (Rutina Wesley) es secuestrada por uno de los vampiros de Russell, lo cual le causa un grave trauma que hace que odie a los vampiros y demás seres sobrenaturales que pueblan el mundo. Y que parecen ser mayoría frente a los humanos normales. Al final Tara se corta el pelo y le queda muy bien.
Y como final así más importante y preparado para la cuarta temporada, resulta que Sookie hecha a todos los vampiros de su casa. Algo que da igual ya que Sookie también se va de su casa, desapareciendo junto con Claudine, otra hada. Mientras que Bill pelea con su reina a muerte.
jope! a ver si la empiezo a ver!!! que ya me has dejado con la intriga, jajaja, siempre hablas genil de esta serie!!. No he leído el spoiler, que si no...jejeje
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