Como cada año, la noche en blanco volvía a ser una incógnita de la noche madrileña en la que no sabías exactamente lo que te podías encontrar ni si te iba a gustar. En esta edición se pedía la participación ciudadana, haciendo del centro de la capital un gran parque infantil para niños y no tan niños.
Primero fuimos a la Plaza del 2 de Mayo, donde tenía lugar una gran batalla con bolas de playa. Decidimos ir allí lo primero porque supusimos que mucha gente se llevaría después las pelotas como recuerdo. Algo que, efectivamente, ocurrió. Nosotros no, claro, porque somos gente civilizada. Eso y que no me apetecía ir cargndo después con la pelotita toda la noche. Pero nos lo pasamos francamente bien. Es más, yo aconsejaría al ayuntamiento que abriese un espacio así durante todo el año, ya que es tremendamente desestresante. Eso sí, que lo separasen por edades, porque los niños pequeños tiraban a hacer daño. Y claro, tú no podías devolvérsela porque los padres estaban por allí.
Después nos dirigimos hacia Gran Vía, donde estaba una especie de exposición interactiva titulada La Gran Vía, La Gran Obra. Había columpios y sube-baja hechos completamente con materiales de construcción. Además de unos toboganes, aunque los cerraron debido a que algun@ torpe se torció el tobillo al caer. Además había un punto de concienciación social ya que habían plantado unos mini-huertos en los que se podían ver los distintos tipos de agricultura que tenemos en España, así como alguno de plantas más exóticas y hierbas aromáticas. Y al final del todo había otro huerto, pero en esta ocasión estaba hecho con tubos de obras, y es que así acabará el mundo si nos lo seguimos cargando a este ritmo.
Y en Callao había un juego en el que si encestabas al tirar la basura te regalaban un cesto hecho con la alfombra azul que se utilizó durante el centenario de la Gran Vía. Nosotros no jugamos porque había mucha cola y porque lo único que teníamos para tirar era un trozo de algodón que Minovio se había encontrado en su bolsillo, y con eso no hubiesemos llegado a ningún lado, claro.
Después nos fuimos a Plaza España, donde descansamos un poco mientras los niños bebían. Allí se suponía que iba a haber algo con pompas de jabón, pero al final resultó que no. Que lo habían trasladado a un lugar perdido entre Cibeles y Neptuno, usease, al otro lado de la Gran Vía. Que nos ibamos a hacer el camino igualmente, sí, pero si lo llegamos a saber no hubiésemos ido a Plaza España. Cuando llegamos allí moló un montón. Había cosas para hacer pompas gigantes como las que salen en la tele, aunque claro, a todos se nos explotaban antes de hacerse tan grandes. Y también había una pantalla donde se podían poner tus deseos. Los más divertidos eran los más realistas, como uno que deseaba que inventasen una tecla para el ordenador que fuese "control + z". Allí me llamó Lunita que venía super corriendo, así que la esperamos sentados en el césped. Y fue llegar ella y encenderse los aspersores. Así que nos levantamos gritando y nos fuimos a Colón.
Allí había nada más y nada menos que un twister gigante. Y la verdad es que estuvo divertido, aunque había poca gente, por lo que no tenías demasiados problemas para poner las manos y los pies donde te decían. Aunque en algún momento lo pasamos mal retorciéndonos. Además todo estaba animado por un calvito muy majo y con música, y aunque tenía cola, al ser gigante entraba mucha gente, así que no había que esperar nada y nos metimos 2 veces. Después nos sentamos allí en Colón hasta las 3 que cerraron el chiringuito y nos decidimos a irnos cada uno a sus respectivas casas.
En conclusión yo me lo pasé bastante bien, pudiendo participar en varias cosas muy divertidas. El mayor fallo que le vi es que había muchos espacios que otros años estaban mejor aprovechados, aunque fuese con tonterías. Siempre había cosas entre Cibeles y Colón, por ejemplo, sin embargo este año nada. Quizás esa sensación es por las bandas municipales que se iban moviendo por esos espacios el año pasado y que he echado bastante en falta éste. Por otra parte, han intentado hacer actividades en las que no hiciese falta esperar colas demasiado largas. Y además han hecho un gran esfuerzo en cuanto al servicio de búhos estando muchísimo mejor organizado que otros años.
Ahora, a esperar hasta el año que viene.
La verdad es que me gusta mucho este resumen d la noche en blanco... quizá sea xq lo viví de primera mano, y da gusto que alguien te organice tus memorias gratuitamente... =P.
ResponderEliminarOjo al dato: " q los niños bebiesen" y la mención de honor a los pobres torpes, con los cuales m siento plenamente identificada (no sé si debido a la crueldad del autor....o a mi experiencia con ms pies)