Me dispongo a hablaros del que se supone que es el grupo revelación del año. En cuanto a calidad musical se refiere, claro. Hurts, que así se llaman estos chicos con una estética un tanto extraña, y que a mí, personalmente, me da un poco de miedo, han sacado ya su primer disco, Happiness. Y aunque he tardado un poco debido a los exámenes, ya lo he escuchado y aquí os dejo mi valoración.
El disco comienza con Silver Lining, un tema que resulta demasiado oscuro para mi gusto y, por momentos, demasiado recargado.
Le sigue Wonderful Life, que ya está en mi biblioteca desde que salió el single y que es una canción de 10. Por que sí. Por que hay que tener muchos huevos para decir que la vida es maravillosa con el mismo tono que pondría un suicida si dejase una grabación en vez de una nota de despedida.
Tras esta vienen dos canciones en las que no me detendré mucho porque no me han gustado. Con Blood, Tears & Gold la cagan en el estribillo, y es una pena, porque el resto de la canción está muy bien.
Mientras que en Sunday vuelven a cagarla porque suena muy recargada, para mi gusto al menos. Así que la mejor canción escrita para un domingo sigue siendo Domingo de Resaca de Pastora.
Pero tranquilos, que a partir de aquí la cosa mejora. Primero con Stay, una balada preciosa, de esas de película americana, con coros y todo.
Después llega Illuminated, que es la primera canción que escuché del grupo, y que me encantó desde el primer momento, y que después de escuchar el disco me sigue pareciendo la mejor. Debería ser bailada por Marbelys en uno de sus líricos en Fama.
Seguida viene Evelyn, una de esas canciones que empiezas a escuchar y no sabes por donde va a tirar. Que lo mismo te pega un subidón que te hace llegar al séptimo cielo, que se vuelve completamente monótona y tenemos un churro. En este caso ocurre lo primero, por suerte. La canción sube y sube y sigue subiendo.
Después viene Better Than Love, que si no me equivoco fue el primer single que sacaron y la segunda canción suya que escuché y que por cierto no me gustó nada. Otra vez demasiado sobrecargada. Estos chicos tienen problemas de sobrecargamiento.
Y ya sólo nos queda el final, que se va anunciando poco a poco. Primero con Devotion, una canción en la que colabora Kylie Minogue, esa artista con la que ahora todos los que aspiran a ser elegantes deben colaborar, porque ella es genial y ella mejora una canción. Aunque sólo cante cuatro versos en toda la canción.
Con Unspoken consiguen algo que me encanta y es que una canción vaya in crescendo. Y no contentos con eso, lo que hacen es que la canción suba dos veces, lo cual te hace aumentar un poquito más tu nivel de éxtasis.
Y finalmente, se despiden con The Water, una canción tranquilita, una canción que le podrías cantar a tu hijo en forma de nana. Y que viene acompañada por un bonustrack llamado Verona, que aunque no es muy bueno, pues tampoco hace daño a nadie.
En fin un disco muy recomendable. No es completamente perfecto, pero al menos las canciones que me gustan sí que lo son.
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