jueves, 30 de junio de 2011

El Mecánico (II)


Nunca tuve ninguna intención de continuar la primera entrada de El Mecánico que escribí. Ni siquiera ahora mismo estoy muy seguro de si esta segunda parte es necesaria. Pero la verdad es que me he encontrado con algunos fallos en esa filosofía. Bueno, en realidad más que fallos son vacíos, que no invalidan el resto de la teoría pero con los que me doy cuenta de que está incompleta. 

En primer lugar quiero reconocer que a veces es complicado encontrar la pieza que falla. Hay tanto ruido, tantas máquinas trabajando a la vez, que es muy dificil oir esos pequeños chasquidos. A eso hay que sumarle que muchas veces no queremos ni siquiera ver esos fallos en el diseño de nuestras máquinas que tanto nos ha costado construir y nos convencemos de que los ruidos que hacen son normales mientras seguimos supervisando lo que sabemos que está bien, apartando lo que falla. Supongo que es normal que esto ocurra, todos tenemos nuestro punto de orgullo. 

El problema es que la consecuencia de no prestar la suficiente ateción a todo esto y no actuar en consecuencia solo tiene una resolución posible que yo haya encontrado y que resulta bastante devastadora. Me refiero a la temida explosión que apenas mencioné al final de la primera entrada. En ningún momento me he parado a pensar qué hacer si ese momento llegaba, seguramente porque no quería aceptar que pudiese pasar. 

Ese momento ha llegado. Lo bueno es que tengo más o menos claro lo que tengo que hacer. Lo malo es que estoy tan afectado que tengo la sensación de no ser capaz de hacerlo. Además de que siempre está el miedo acechando y susurrándome al oído que todo será inútil porque cuando reconstruya todo, volverá a explotar, recordándome mi inutilidad para hacer las cosas como es debido. 

Pero tengo que olvidarme de todos estos pensamientos negativos a los que tan acostumbrado he estado y ponerme manos a la obra. Supongo que lo primero es evaluar los daños. Espero que no todo esté tocado y que algunas máquinas puedan seguir funcionando sin problemas. Habrá que limpiar y recoger todo lo que ha quedado destruido, mirando bien qué piezas pueden ser reutilizables y de cuáles me tengo que deshacer. Es importante que no se me queden tornillos por el suelo porque si no cualquier día los piso y me puedo dar un buen golpe. 

No sé cuánto tiempo tardaré en hacer todo eso, pero espero volver a tener mi fábrica a pleno rendimiento lo antes posible. 

1 comentario:

  1. Si me admites una crítica constructiva....creo que le das muchas vueltas a las cosas, xD. Te autoanalizas demasiado!!! XD!

    Por cierto, has explotado? primera noticia. Y cuales han sido los daños colaterales??

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