El otro día LaDoctora me invitó a comer y se le ocurrió que después podíamos ir a ver una exposición de fotos de John Gutmann que actualmente ( y hasta el 16 de enero 2011) hay en la Fundación Mapfre.
John Gutmann (1905-1998) nació en la localidad alemana de Breslau (actual Polonia). Era pintor expresionista y profesor de Historia del Arte en Berlín hasta que con la llegada del nazismo tuvo que emigrar a San Francisco (EEUU) en 1934.
Desde que llega a Estados Unidos queda fascinado por su cultura, tan diferente a la alemana, y es cuando empieza a fotografiar todo lo relacionado con la cultura popular estadounidense, sobre todo se nota que tenía mucho interés por reflejar esa época a través de los anuncios publicitarios que inundaban las calles. Colaboró para la Revista Life, ente otras de las más importantes del momento, y consiguió que se le publicara en portada en varias ocasiones. Está considerado como uno de los grandes fotógrafos de la historia.
Tras esta pequeña introducción os diré que me gustaron sus fotografías, pero salvo alguna (como las que podéis ver abajo) tampoco me llegaron a emocionar mucho, y hubo algunas veces que dentro de mi ignorancia pensaba yo...tampoco es pa' tanto. Yo no soy una experta en fotografía, ya me gustaría!, pero creo que una de las cosas que tiene que cumplir un artista es no dejar indiferente al público y Gutmann me distrajo durante un rato pero no más.
Y por eso en el título pongo a alguien más, a otra fotógrafa: Annie Leibovitz. Expuso en Madrid hace un par de años durante el verano y tuve la oportunidad de verlo. En este caso sí que vi fotografías que me dejaron muy tocada, otras que me divirtieron, me entristecieron...vamos que salí de la galería con la sensación de haber visto fotos estupendas, hechas con sentimiento, con arte.
También puede que influya que la exposición de Leibovitz estaba mejor organizada y con muchísimas aclaraciones en cada una de las fotografías, lo que permitía que entendieses mejor el contexto en que se hicieron y la historia que había detrás de cada foto; por ejemplo recuerdo que ella comentaba que en su familia se enfadaban con ella cuando les hacía fotos sin avisar en las que no posaban, porque para sus padres (sobre todo su madre) en las fotos había que salir sonriendo y posando bien, pero Leibovitz prefería sacarles de forma natural. Esta historia me hizo gracia porque es verdad que muchas veces siempre posamos en las fotos para que luego salgamos todos bien, cuando hay veces en las que es más bonito vernos sin poses artificiales, tal y como somos.
Está claro que para gustos los colores, y que también hay que pensar en que los dos son de contextos históricos diferentes, pero aún así yo prefiero a Leibovitz. Ella no me dejó indiferente.
John Gutmann (1905-1998) nació en la localidad alemana de Breslau (actual Polonia). Era pintor expresionista y profesor de Historia del Arte en Berlín hasta que con la llegada del nazismo tuvo que emigrar a San Francisco (EEUU) en 1934.
Desde que llega a Estados Unidos queda fascinado por su cultura, tan diferente a la alemana, y es cuando empieza a fotografiar todo lo relacionado con la cultura popular estadounidense, sobre todo se nota que tenía mucho interés por reflejar esa época a través de los anuncios publicitarios que inundaban las calles. Colaboró para la Revista Life, ente otras de las más importantes del momento, y consiguió que se le publicara en portada en varias ocasiones. Está considerado como uno de los grandes fotógrafos de la historia.
Tras esta pequeña introducción os diré que me gustaron sus fotografías, pero salvo alguna (como las que podéis ver abajo) tampoco me llegaron a emocionar mucho, y hubo algunas veces que dentro de mi ignorancia pensaba yo...tampoco es pa' tanto. Yo no soy una experta en fotografía, ya me gustaría!, pero creo que una de las cosas que tiene que cumplir un artista es no dejar indiferente al público y Gutmann me distrajo durante un rato pero no más.
Estudiante del último curso del instituto de Pentalurna ganó 2.264 $ con la cría de miles de pollos para el consumo de calidad suprema (1938). / El descenso de Gulliver, San Francisco 1934 |
También puede que influya que la exposición de Leibovitz estaba mejor organizada y con muchísimas aclaraciones en cada una de las fotografías, lo que permitía que entendieses mejor el contexto en que se hicieron y la historia que había detrás de cada foto; por ejemplo recuerdo que ella comentaba que en su familia se enfadaban con ella cuando les hacía fotos sin avisar en las que no posaban, porque para sus padres (sobre todo su madre) en las fotos había que salir sonriendo y posando bien, pero Leibovitz prefería sacarles de forma natural. Esta historia me hizo gracia porque es verdad que muchas veces siempre posamos en las fotos para que luego salgamos todos bien, cuando hay veces en las que es más bonito vernos sin poses artificiales, tal y como somos.
Está claro que para gustos los colores, y que también hay que pensar en que los dos son de contextos históricos diferentes, pero aún así yo prefiero a Leibovitz. Ella no me dejó indiferente.
se agradece que nos pongáis al día de conciertos y exposiciones que al no poder ir ,nos las acercáis y hacéis sentir como si estuviésemos allí.por cierto estoy de acuerdo con ojos verdes me mueve más Annie L. y lo de la película de El concierto me quedé con ganas de verla y ahora me lo habéis recordado, asi que...gracias kajjak, veré como la encuentro.lo dicho es un placer leeros, hasta otro ratito.
ResponderEliminarperdóname kadaj , no he escrito bien tu nombre,sorry...
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