Decepcionado

Primero fue en el 20 minutos dónde oí hablar de él. Y el mismo día un compañero de la universidad me lo envió por correo por coincidencia. Me había llamado la atención cómo hablaban tanto en un lado como en otro de ¡Indignaos!, un texto cortito donde Stéphane Hessel, un hombre de 93 años, al parecer criticaba la pasividad actual y animaba a una nueva lucha no-violenta por nuestros intereses. 

Indignado ya estaba antes de leerlo, después me he quedado decepcionado. La verdad, después de lo que había leído me esperaba algo más visceral. Pero no ha sido así. No digo que esté mal lo que dice, pero sí creo que no es el discurso más adecuado para movilizar a la gente, y mucho menos a los jóvenes. 

Y es que Hessel se centra en criticar los grandes problemas del mundo como las desigualdades norte-sur o el conflicto de Palestina e Israel. Problemas que, ciertamente son graves, pero de los que gran parte de la población somos conscientes y contra los que no hacemos nada, en mi opinión, porque no nos afectan directamente. Creo que si quieres que la gente se mueva y se queje tienes que mostrarles lo que les están quitando, que es bastante, por parte de los gobiernos, que gastan dinero público en cosas que a mí me dejan anonadado... Y no estoy hablando de casos de corrupción, sino actuando dentro de la legalidad. 

Hessel, en cierta manera, critica también el sistema capitalista, y aunque no lo dice abiertamiente, sí que hay frases que me han sonado un poco a discurso comunista. Ambos me parecen sistemas sociales con cosas buenas y con muchos fallos. Por eso creo que la solución no está tanto en cambiar el sistema, sino en mejorarlo. Es un poco como lo que pasa con la educación en España, que cada vez que un partido político nuevo llega al poder, lo cambia y así estamos... Digo yo que sería mejor ir haciendo pequeñas modificaciones al ya existente para mejorarlo, ¿no? Además critica a ciertos gobiernos, principalmente a George Bush, y no es por defenderle (¡Dios me libre!), pero yo cada vez tengo más claro que los políticos que nos gobiernan son meros títeres en manos de los que realmente mueven el cotarro, que son los que tienen el dinero.

¿Alguno de vosotros lo ha leído y le ha hecho sentirse más indignado de lo que ya estaba? A mí no, aunque admito que la intención me parece más que idónea en estos momentos. Y bueno, paro ya de escribir que al final me va a quedar más larga la crítica que el propio texto.