Me encantan los conciertos pequeñitos en los que los artistas interactúan realmente con el público. Me gustan porque siempre hay momentos en los que te da la sensación de que cantan sólo para ti. Y así fue el concierto de Asa en Madrid, en la conocida sala Caracol.
Yo era la primera vez que iba y me sorprendió porque me la esperaba más pequeña, pero no, la verdad es que es bastante amplia y estuve bastante cómodo sin apretones, ya que no se vendieron todas las entradas.
No tenía ninguna duda de que la fantástica y personal voz de Asa estaría al nivel del disco. Es lo que tienen las pequeñas grandes artistas, que no tienen a nadie que les falsee la voz. Pero lo que más me agradó fue su naturalidad en el escenario y su forma de hablar con el público. No sé, por su tipo de música pensé que sería más sosa sobria, y sin embargo, no lo fue. Hizo unos cuantos chistes, se metió con alguno de los integrantes de su banda... haciendo el espectáculo más ameno, si cabe. Aunque tampoco hubiese hecho falta, porque sólo con esos temas de soul y con una banda que por momentos daba tintes de jazz, la velada ya era perfecta.
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