sábado, 24 de julio de 2010

Por buen camino


Grata sorpresa la que me he llevado hoy. Llevo varios años con el primer disco de Nightwish en el que no canta Tarja Turunen, sino Anette, en el disco duro grabado y sin escucharlo. Estoy hablando por supuesto de Dark Passion Play, y hoy me he decidido a darle una oportunidad. Ya que no es que no lo hubiese escuchado antes porque tenía mejores cosas que hacer, sino porque me daba miedo... mucho miedo. El cambio de vocalista suponía un gran paso para la banda y tenían que elegir con mucho cuidado, pues Tarja puso el listón verdaderamente alto. Y después de ver aquel single que sacaron (Bye Bye Beautiful) me esperaba lo peor. Con esa canción cambiaban completamente de estilo hacia uno mucho más comercial, dejando de lado esas cancines y esas letras capaces de transportarnos a tierras lejanas y llenas de magia. 

Pero me equivoqué. El disco comienza con The Poet and The Pendulum, una gran canción, una de las mejores del grupo, y que suena a lo que siempre ha sido la banda. Pero tiene dos fallos, la voz de Anette no encaja en determinadas partes (aunque en otras lo hace a la perfección), y las distintas secciones de la canción (dura más de 10 minutos) no encajan entre sí muy bien. En mi opinión hubiese sido mejor dividirla en distintas partes que fuesen interludios a lo largo del disco. 
Bye Bye Beautiful, lo dicho, un cambio en el tipo de música para que encaje la voz de Anette. Algo que no ocurre en Amaranth, que aunque no es una de las grandes canciones consigue juntar la voz de Anette con la música marca Nightwish
Cadence of Her Last Breath no me gusta, sin más. Y Master Passion Greed es como una mala version de Planet Hell, por lo que también se va fuera. Sin embargo, al escuchar Eva me vuelven a dar esperanzas, pues es una balada preciosa, que no suena mucho al grupo, pero que encaja a la perfección en el disco. Además, también hay que ir probando cosas nuevas. 
Con Sahara lo consigue. Me llevan a tierras lejanas, donde princesas cuentan historias cada noche a sus sultanes. La única pega es que su sonido me recuerda mucho a Tutankhamen. Y aquí otra vez lo mismo de antes, una canción que no me gusta nada, Whoever Brings the Night, seguida de otra que me vuelve a dar esperanzas, For the Heart I Once Had
Y en estas llega The Islander, con un sonido y una voz original de Nightwish. Ya en sus primeros intentos musicales hicieron temas como este, para después dejarlo por sonidos más trabajados. Es genial cuando se ve que una banda no se olvida de sus orígenes tan fácilmente. Que está bien evolucionar, pero también hay que saber de dónde venimos. 
Last of the Wilds es un buen tema instrumental de Nightwish... para aquellos que no estén acostumbrados a sus Orchestral Version, claro.
7 Days to the Wolves me genera sentimientos encontrados, ya que sí, suena a Nightwish más o menos, pero no me gusta, qué le vamos a hacer, no me parece una buena canción. Más bien de relleno.
Finalmente, Meadows of Heaven es buena, muy buena. Y muy de final de disco de Nightwish. Aunque he de admitir que me gusta más la Orchestral Version., qué le vamos a hacer...

Así pues, mi nota es:
 5 

Han hecho un buen trabajo, pero aún les queda mucho camino por delante para volver a ser los que eran, al menos para mí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones