Una joya. Esa es la mejor forma de describir esta fantástica película francesa sobre un grupo de amigos que se van juntos a pasar las vacaciones como si de una gran familia se tratase. Pero todos ocultan cosas. No es que tengan una gran importancia, aunque sí se la dan, y en muchas ocasiones ni siquiera lo cultan de forma deliberad ya que a los primeros que mienten es a ellos mismos.
Personas perdidas en unas emociones que no saben gestionar. Un temor a ser felices que les impide siquiera intentarlo. Una película llena de enseñanzas sobre cómo es mejor enfrentarse a la vida. Pequeñas mentiras sin importancia enseña que si das amor, te será devuelto, mientras que si te cagas en todo, el mundo se cagará en ti.
En varias de las escenas más importantes para mí de la película no hay diálogos. En una de ellas incluso aunque hay diálogo, no se escucha lo que dicen. No hacen falta palabras. Aunque sí hace mucha falta hablar, no hay que menospreciar el valor de un abrazo, del contacto físico, del hombro ajeno en el que apoyarte cuando te fallan las fuerzas.
Es increíble también el peso que tienen los personajes secundarios, que son los que permiten a este grupo de amigos darse cuenta del ciclo de infelicidad en el que están metidos y del que sólo podrán salir si se ayudan los unos a los otros.
Una joya, en serio.
Ya lo dije en mi blog: necesito una serie entera con estos personajes. Enorme. Si das, recibes. Es el mensaje de 2011. Happy thank you more please.
ResponderEliminar-¿lo oyes?
ResponderEliminar-¿el qué?
-las comadrejas!!! xD
...
muy emotiva,
y un placer verla con usted! ^^